La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, ha sido noticia en los últimos días. La mandataria ha visto su nombre en las portadas por unos vídeos de ella que se filtraron. En dichas imágenes, aparece disfrutando de su tiempo libre en una fiesta junto a sus amigos. La polémica suscitada por estos vídeos ha obligado a la mandataria nórdica, de 36 años, a dar explicaciones ante la prensa.
En una rueda de prensa improvisada, Marin aseguró que durante sus vacaciones celebró algunas fiestas con sus amigos, que cantó y bailó y que bebió alcohol. A la pregunta de si consumió drogas, la primera ministra aseguró que no. Tras repensarlo, matizó con un «que yo sepa». Además, Sanna Marin explicó que esos vídeos están grabados en el ámbito privado este verano y que no debían haber salido a la luz. La primera ministra dejó claro que no tenía intención alguna de dar el nombre del propietario o propietaria de la casa en la que tuvo lugar la fiesta.
Contexto
Sanna Marin se sometió a un test de drogas para acabar con todas las especulaciones y dio negativo. Este hecho no sirvió para frenar las críticas contra la mandataria, que sigue recibiendo críticas. Ella las afronta con buen humor y en sus redes sociales agradece siempre que le es posible las muestras de apoyo de todos sus seguidores. Las mujeres se han mostrado especialmente empáticas con la primera ministra de Finlandia.
Chicas de todas partes del globo no dejan de animarla para que continúe con su gran labor al frente de su país. Todas son mujeres que también se han visto asediadas por disfrutar de su tiempo libre y de ocio de la forma que mejor les ha parecido. Ellas tampoco entienden el porqué del acoso a Marin, que está realizando una labor intachable al frente del ejecutivo finés.
Marin, de izquierdas y criada por una pareja de dos mujeres, siempre ha defendido la libertad del género femenino. Este, el hecho de que sea hija de una pareja LGTB también hace que las críticas arrecien a su alrededor sin sentido alguno. En pleno siglo XXI la sociedad sigue teniendo una mente anclada en lo más gris del siglo XX.
Reacciones
Las acusaciones contra Sanna Marin han hecho levantar la voz a las mujeres. El colectivo femenino ha salido a apoyar a la primera ministra finlandesa. El feminismo considera que se la está atacando por ser mujer, poderosa y de izquierdas. Piden imaginar cual hubiera sido la reacción si en vez de ver a una mujer política de fiesta, hubiera sido un hombre.
Cabe recordar que aquí en España se vio, por ejemplo, al ex presidente Mariano Rajoy bailar en una boda. Mientras sonaba el éxito de Raphael «Mi gran noche», Rajoy bailaba como uno más junto al resto de invitados. Sin, embargo, este hecho solo despertó carcajadas entre la gente, jamás hubo una crítica a su comportamiento.
Debemos siempre usar una misma vara de medir para una misma acción, ya sea hombre o mujer quien la ejecuta. Todos tenemos nuestras obligaciones, como es normal, pero también un tiempo libre que podemos ocupar como nos plazca. Aunque Sanna Marin sea la primera ministra de Finlandia tiene derecho a hacer lo que le de la gana cuando acaba su intensa jornada laboral. Por ser política no tiene prohibido divertirse ni disfrutar.
Miles de mujeres, tanto finlandesas como de otros países europeos tales como Dinamarca, se han grabado cantando y bailando de forma festiva en apoyo a Marin. La primera ministra finlandesa ha revelado que se ha sometido a un test de drogas. De esta forma espera zanjar los rumores acerca de su comportamiento.