En vacaciones lo más importante es descansar y desconectar de todo. Aislarnos del trabajo y de la rutina diaria que convierte nuestra vida en un estrés continúo durante gran parte del año. Hay mucha gente a la que cuesta desconectar la mente después de tanto tiempo activo y no consigue relajarse ni siquiera durante su más que merecido tiempo libre.
Desde aquí quiero darles un consejo a esas personas, y es que escojan un libro que les atraiga y empiecen a devorarlo y a sumergirse en sus páginas. Al tiempo que leen y aprenden, viajarán mentalmente hasta el lugar donde sucede la acción. Esta es una forma de liberar la mente, trasladarte hasta otro lugar. Ese espacio en el que sientas la calma que has estado anhelando durante todo el año. Allí donde todo sean facilidades y comodidad y nada pueda perturbar tu tranquilidad. Esa bocanada de aire después de darte cuenta de que estás en el lugar que tienes que estar es impagable.
Lugares donde leer
Hay muchos lugares a los que podemos retirarnos para disfrutar del placer de la lectura. Uno de ellos es la playa. Junto al mar es toda una experiencia sumergirte en las páginas de un libro. La brisa marina y la paz que inunda este espacio hace que el viaje sea todavía más placentero. No querrás cerrar el libro por más que veas pasar las horas en el reloj. Sentirás que ese es tu momento y que nada puede perturbarlo. Las preocupaciones que rondaban en tu cabeza hasta tu llegada a la playa desaparecerán de un plumazo.
Antes de dormir también es un buen momento para leer. La lectura es un buen hábito que ayuda, siempre se ha dicho, a conciliar el sueño. Estar cómodamente recostada en la cama mientras te adentras en un mundo nuevo e ilusionante te hace caer en los brazos de Morfeo. Además, es cierto que cuando te duermes leyendo tiendes a soñar cosas relaciones con el libro en cuestión, lo que puede ser una experiencia única es algunos casos.
También podemos aprovechar para leer en el transporte público. Los viajes en tren o en autobús pueden hacerse eternos, por lo que la compañía de un buen libro siempre se agradece. Con música suave y de relajación en nuestros auriculares, el viaje se hará mucho más ameno gracias a alguna de las maravillosas historias ya inventadas. La sensación de estar en el tren y reírte al leer algo en un libro o que se te escape una lágrima y quien tienes delante no sepa porque te crea un aura de misticismo agradable.
Bibliotecas y librerías
Perdámonos en los pasillos de una librería o de una biblioteca. Allí descubrirás auténticas joyas que te cautivarán desde la primera línea. Regalemos libros. No privemos a nadie de la oportunidad de viajar y de enamorarse de mil lugares y personajes legendarios. Cada libro es una historia, una oportunidad para aprender algo nuevo, empaparnos de sabiduría y disfrutar. Leer es un camino que se recorre con gusto, ya que los buenos libros son una delicia y siempre se hacen cortos por más extensos que sean.
Leer es algo maravilloso y a lo que nuestros jóvenes tristemente no se están acostumbrando, ya que están absorbidos por las redes sociales y los videojuegos. También en la escuela se debe fomentar la lectura y la escritura para que despierten su imaginación. Hay que hacerles ver lo mágica e inspiradora que es la lectura. Los más jóvenes también pueden encontrar su camino en la vida, aquel que les lleve a ser quienes ellos quieran ser. Siempre que podamos, leamos, viajemos, soñemos y sobre todo, respiremos.