Las distracciones al volante han causado cinco de cada diez accidentes mortales en la Comunitat Valenciana durante los meses de verano. Así lo ha anunciado la Delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé. Lo ha hecho en la presentación de una nueva campaña que va a intentar concienciar para que estos lapsus dejen de producirse. El objetivo es que todos los conductores y sus acompañantes acaben llegando a sus destinos sin incidentes.
Pequeños actos como mirar de refilón el móvil porque hemos escuchado el sonido de un mensaje de WhatsApp entrante favorecen los accidentes. También contestar una llamada, en caso de que no tengamos manos libres. Son acciones que suponen un grave riesgo tanto para quien comete esa pequeña infracción como para el resto de vehículos y también peatones que se encuentran a nuestro alrededor.
Paciencia al volante
Debemos trabajar en tener la paciencia necesaria para saber esperar a haber bajado del coche para leer ese mensaje o devolver esa llamada que puede llegar a costarnos la vida. Nada es tan urgente o tan importante como para tener que mirar el móvil en mitad de la carretera. No hay nada tan urgente como para correr un riesgo evitable e indignar al resto de conductores con nuestro comportamiento. Sepamos qué es lo importante en cada momento y salvemos vidas.
Muchas vidas pueden cambiar en pocos segundos por culpa de una imprudencia al volante. Hombres que no llegarán a conocer a su hijo no nacido o mujeres que pierden a su marido y padre de sus hijos. Madres y padres que esperan la llegada de sus hijos después de tiempo sin verse y esta nunca se produce. Niños que no volverán a ver a sus padres. Todo porque alguien prefirió contestar un WhatsApp que no requería una contestación inmediata antes de estar pendiente de la carretera.
Es muy triste cuando yendo por la carretera ves como alguien ha dejado un ramo de flores en algún punto en el que un ser querido perdió la vida. Son historias y vidas truncadas. El chico que soñaba con ser un gran chef, la mujer que quería ser la primera fémina con poder dentro de su empresa. Algo que, por supuesto, se había ganado por méritos propios y no metiéndose en la cama de nadie.
Historias truncadas
La historia de alguien que volvía a casa para quedarse y empezar en su ciudad una nueva e ilusionante vida. Esos niños con toda la vida por delante y de los que sus abuelos ya nunca podrán disfrutar. Esa pareja de enamorados que se disponía a disfrutar de su primer viaje juntos. El matrimonio, que después de 40 años trabajando, por fin disfruta de la jubilación y querían pasar unos días fuera.
Truncado porque alguien se dedicó a hablar por teléfono y a conducir sin distracciones. O también puede ser que tras una cena navideña de empresa, alguien que libremente ha bebido no encuentre quién le lleve a casa. Esta persona se ve obligada a volver a coger el coche en la mayoría de casos para volver a casa. Pero nunca llega.
Son las historias de víctimas de accidentes de tráfico que nunca debieron existir. Porque siempre hemos debido de tener la cordura suficiente como para saber lo que está bien y lo que está mal cuando nos ponemos al volante. Hemos de saber que está en juego nuestra vida y la de los demás. No somos los únicos que saldremos perdiendo. Podemos causar un dolor eterno a varias familias que no tienen ningún tipo de culpa de nuestra mala cabeza.
Nada de drogas ni alcohol al volante. Concentración y mucho descanso para poder aguantar todo el camino en condiciones óptimas.