Fernando Alonso volvió a dejar en el pasado GP de los Países Bajos una curiosa conversación por radio con su todavía equipo, Alpine. La charla deja a las claras la mala relación existente entre el piloto y el resto del equipo. El piloto asturiano ha acusado en varias ocasiones a su escudería de no respetar la jerarquía y beneficiar al francés Esteban Ocon. El conflicto se venía cuajando durante toda la temporada. Aunque todo estalló definitivamente cuando el asturiano anunció su fichaje por el equipo Aston Martin para la próxima temporada.
El pasado domingo Fernando Alonso preguntó por radio a su ingeniero quién era el piloto que iba inmediatamente detrás de él, a lo que la respuesta que recibió fue «Esteban». El asturiano respondió con un elocuente e irónico «qué suerte… jeje!». Las relaciones entre el bicampeón español y el equipo francés parecen estar en un punto de no retorno y solo queda esperar que puedan acabar la temporada sin que la sangre llegue al río, como se suele decir.
Diecisiete años de un momento para la historia
El próximo 25 de septiembre se cumplirán diecisiete años desde que Fernando Alonso se proclamase campeón del Mundo de Fórmula 1 por primera vez. Ocurrió en el circuito brasileño de Interlagos, con una tercera posición conseguida con la calculadora en la mano. Alonso se convirtió en el primer español en alzarse con la corona y , por aquel entonces, el piloto más joven en conseguirlo.
Aquella tarde, todas las calles de España se vaciaron para presenciar el que podía ser, y fue, un acontecimiento histórico para el deporte español. La Fórmula 1 era un deporte muy minoritario en España y sus carreras tenían poca audiencia en la televisión. Con la explosión del fenómeno Alonso en 2003, sobre todo tras su victoria en Hungría, este cambió.
Eran cada vez más las personas que cada domingo veían en familia las carreras y animaban al piloto español, que se estaba haciendo notar en un terreno hostil. Aunque en 2004 no hubo ninguna victoria, si que hubieron podios y carreras en las que Alonso hizo disfrutar a la afición. La audiencia de las carreras, ya emitidas en Telecinco con Antonio Lobato al frente, seguía escalando.
En 2005 llegó la gran revolución. Fernando Alonso comenzó una temporada que iba a acabar como Campeón del Mundo. Las victorias se sucedían, mientras sus rivales asistían asombrados a la exhibición de un joven español que volvía loca a toda la afición. La prensa deportiva de España empezaba a dar a conocer a este asturiano que, aunque tenía un carácter muy especial, se ganaba el afecto de todos.
Interlagos, el talismán
Poca gente hay en España que no recuerde qué estaba haciendo aquel 25 de septiembre de 2005, día marcado con letras de oro en la historia del deporte español. Algunos estábamos con la familia, otros con los amigos, pero todos lo vimos en grupo para sentir esa emoción en compañía. El «¡Toma, toma!» que gritó Fernando Alonso nada más bajarse del coche aquel día todavía resuena en la cabeza y en el corazón de todos.
Aquel jovencito ovetense había llegado a nuestras vidas para quedarse en ellas y hacerlas más felices subido en su Renault. A nadie le cabía duda de que ese triunfo no iba a ser el único. Y así fue. Un año después, el 16 de octubre de 2006, Alonso tocaba el cielo por segunda vez. También en Interlagos.
No sabemos que ocurrirá el año que viene en Aston Martin. Solo cabe esperar que sean capaces de darle a Fernando Alonso el monoplaza que se merece. Uno con el que pueda luchar por las victorias y por conseguir su tercer mundial. Ese es su sueño y el de toda la marea azul desde hace ya demasiados años.