Cuando eres una persona anónima, el poder andar por la calle sin que nadie te pare a cada paso o poder estar en una terraza o hacer algo tan cotidiano como ir al cine no se valora. Esta es una situación tan normal y lógico como respirar. La situación cambia cuando eres una persona conocida. Todos tus pasos son seguidos y controlados milimétricamente. Para poder sobrellevar dicha situación hay que estar más que preparado mentalmente y tener altas dosis de paciencia.
Los fans siempre se acercan a su ídolo en la mayoría de los casos con las mejores de las intenciones y de forma educada. De este modo, suelen recibir por parte de la persona famosa un trato amable y agradecido. Las estrellas y celebridades son también personas humanas y como todo hijo de vecino tienen días buenos y días malos. Esto lleva a que algunas veces que su respuesta no es siempre la esperada por parte del fan ni la más cariñosa. Hay que entender esas situaciones, que pueden deberse a mil factores.
Encuentro con un famoso
Puede que esté esperando una llamada importante, que tenga prisa porque llega tarde a alguna parte o que simplemente no le apetezca que le dirijan la palabra en ese momento. También hay veces en las que los fans no se acercan de buenas maneras. El seguidor es más que consciente de que están molestando o interfiriendo en un momento de la vida privada de la persona. Esto suele darse en los restaurantes. Al ver a un famoso durante una comida, la reacción mayoritaria de mucha gente es acudir a la mesa sin esperar si quiera que la persona haya terminado de comer.
La emoción de una persona al ver su ídolo en carne y hueso es más que entendible. Pero esto le libra de la obligación de respetar su privacidad y no invadir su espacio. Ellos deben entender que aunque sean famosos, son personas normales y tienen las mismas necesidades que el resto. Les gusta ir a un restaurante con sus amigos o al cine a ver una buena película junto a su pareja. En definitiva, quieren hacer actividades cotidianas y normales sin que nadie les moleste.
En muchos casos, los famosos dejan de hacer algo tan rutinario como ir a comprar al supermercado por no llamar la atención y que les agobien. Prefieren hacer la compra bien on line o incluso mandar a alguien de confianza antes que exponerse ante una marabunta de gente descontrolada. Todo esto nos debe hacer reflexionar acerca de la actitud que mostramos en este tipo de situaciones.
Los niños y la exposición pública
Ellos son personas y merecen respeto y comprensión. No son un objeto de atracción turística. En muchos casos, pueden estar acompañados por sus hijos, que no tienen ningún tipo de culpa de la fama de su padre o madre. Debemos ser extremadamente cuidadosos siempre que haya un menor de por medio. Ellos deben estar siempre protegidos y no ser objeto de una exposición pública que no han pedido.
Los niños merecen nuestra atención y nuestro respeto, como seres inocentes que son. No molestemos a ningún famoso que esté con su hijo. Seguro que tiene mejores cosas que hacer que firmarnos un autógrafo en ese momento.
Estas son las actitudes que llevan a algunos famosos a hacerse una coraza de duros o bordes ante el gran público. Lo hacen con el único objetivo de evitar ser molestados. En momentos de intimidad requieren tranquilidad y privacidad. Esa que estas personas, dada su situación, valoran como si fuera el más valioso de los tesoros. Respetemos siempre la intimidad de las personas, ya sean famosas o anónimas y tratemos siempre al prójimo como nos gustaría que nos trataran a nosotros.