En verano a todos nos gusta tomar el sol y pasar tiempo en la playa, en la piscina o simplemente hacer turismo en la ciudad en la que nos encontremos de viaje. Pero siempre hay algo que se nos olvida, y es que nuestra piel es un órgano más de nuestro cuerpo y debemos cuidarla y protegerla.
Los melanomas son cada vez más comunes y aunque son uno de los tipos de cáncer con más supervivencia, también son fácilmente evitables. Usemos siempre factor de protección 50 para cuidar nuestra piel y evitemos exponernos al sol durante las horas centrales del día. Ese es el ABC para el cuidado de nuestra piel en verano, además de por supuesto, beber mucha agua y estar siempre bien hidratado.
Hidratación y protección
Una buena hidratación es fundamental para evitar golpes de calor cuando no nos queda más remedio que salir a la calle cuando el Lorenzo está más alto. Además, busquemos siempre las sombras y a ser posible ataviémonos con un gorro o un sombrero que nos proteja del sol. También es imprescindible salir a la calle en estas fechas veraniegas con una botella de agua bajo el brazo.
La hidratación es fundamental, ya que las lipotimias están a la orden del día cuando suben las temperaturas. Los desvanecimientos en plena calle se están convirtiendo en una constante y hay que evitar estas situaciones. Por su puesto, cuando se trata de niños y mayores la importancia de beber aumenta, ya que son más vulnerables. Obliguémosles cada tanto a que le den un buen sorbo al vaso de agua.
También la vista necesita una adecuada protección ante el astro rey. Ataviarnos con unas buenas gafas de sol es vital para poder caminar o conducir sin que la luz nos deslumbre. No tener una adecuada visión cuando estamos al volante puede provocar accidentes que podrían ser mortales. Para evitar los temidos melanomas debemos tener todo lo anterior en cuenta.
Siempre ponernos crema solar, aunque no vayamos a ir a la playa o la piscina. Incluso para una agradable tarde de picnic o al salir a hacer deporte, debemos protegernos del sol. Las quemaduras son siempre fatales y la piel tiene memoria. La piel es capa fina, preciosa y delicada que cubre nuestro cuerpo y es por ello que requiere un cuidado especial. Ese ese órgano olvidado al que no solemos prestar atención y que llega a mandar alertas acerca de nuestra salud.
Alimentación
Debemos estar pendientes a cada reacción o cada lesión que pueda surgir en nuestra piel y hablar con el médico para siempre descartar cualquier pequeño problema. El chivato que es la piel nunca falla y puede llegar a salvar vidas. La alarma debe encenderse en nosotros ante mínimo signo para solucionar lo que sea que esté pasando en nuestro organismo.
Una mala alimentación e hidratación también puede reflejarse en la piel. Comamos de todo y siempre de forma equilibrada, no olvidando ingerir litro y medio de agua cada día. Comer sano nos hace sentirnos bien por dentro y por fuera. La buena salud digestiva nos hace estar más felices y de mejor humor y se refleja también en nuestra piel. Busquemos siempre el equilibrio entre nuestro cuerpo y nuestra mente en lo relativo a la salud.
Estar bien por dentro es igual de importante que estar bien por fuera. Una cosa repercute en la otra y los de alrededor siempre lo pueden notar. Estamos atravesando el verano más caluroso en 100 años en España y toda protección es poca ante esta situación tan extraordinaria. Las olas de calor, por desgracia, amenazan con convertirse en norma y hay que prevenir.