Los actores, cantantes y artistas en general tienen una vida aparentemente cómoda. Estas personas ganan dinero más que suficiente para vivir holgadamente sin los padecimientos a los que debemos enfrentarnos el común de los mortales en el día a día. Ellos no tienen que pensar cada día si podrán llegar a fin de mes, pero tienen otros factores en su vida que hacen que no sea oro todo lo que reluce.
Los cantantes firman contratos con las discográficas, las cuales les obligan a hacer un determinado tipo de música, ese que hoy en día se escucha en las radiofórmulas. Graban canciones de las que que tanto daño hacen a los oídos más educados musicalmente. Puede que ellos quieran hacer otro tipo de música. una que sienten más y con la que se encuentran más cómodos y siendo ellos mismos. Pero, si quieren que su sueño de ser grandes artistas no se desmorone deben seguir fielmente las indicaciones de la discográfica. Más que a menudo los artistas pueden no estar de acuerdo con la discográfica.
La moda de los duetos
También ocurre que les obligan a hacer duetos con otros artistas, a los que quizá ni conocían y en los que jamás se habrían interesado musicalmente hablando. Además, durante la promoción del temita de marras deben hacer ver que colaborar con la otra persona siempre había sido su sueño. En la promoción se ven obligados a fingir que se llevan a las mil maravillas. Todo de cara a la galería con el objetivo de que el intento de hit consiga más y más reproducciones en las plataformas digitales. Ambos artistas puede que compartieran espacio por primera vez en el estudio de grabación al hacer la canción.
Hay casos en los que la química entre los cantantes puede llegar a ser evidente, pero la mayoría de veces se una actuación artificial e impostada. Una obligación adquirida por contrato de aparecer con esa persona en un determinado programa de televisión. La relación entre ellos puede llegar a ser nula, ya que solo se ven cuando lo requiere alguna situación laboral. Eso se transmite en el escenario a un público que empieza a sacar sus propias conclusiones acerca de la industria musical.
Viajes internacionales
Por otro lado, deben enfrentarse a interminables giras internacionales en las que pasan meses fuera de casa. Pasan mucho tiempo sin ver a sus familias y viviendo en una absoluta burbuja. Debido a esto, no son realmente conscientes de lo que pasa en el mundo exterior. Estas personas intentan aparentar una felicidad fingida, mientras por dentro están gritando en silencio. Intentan que alguien escuche su suplica ahogada y les abra la jaula en la que se encuentran presos. Siempre se dice que el dinero no da la felicidad, y en el caso de los artistas no puede ser una afirmación más correcta.
Los cantantes merecen ser libres y decidir qué quieren hacer y con quién. No es justo que tenga que ser una discográfica quién les diga con quien tienen que cantar y que tipo de música han de hacer. Los artistas tienen un criterio y una trayectoria para saber que es lo que les gusta, tanto a ellos como a su público. No han de ser marionetas en manos de una multinacional que los convierte en un producto que venden al mejor postor.
Ellos tienen su propio sello y con él han encandilado ya a sus millones de fans. Sólo necesitan la libertad de poder operar a su aire y darle a la gente lo que saben que esperan de ellos. Los experimentos, con gaseosa. Viva siempre la buena música y los artistas libres e independientes.