En la Comunitat Valenciana tenemos una agricultura que es un tesoro. Nuestra gastronomía es de las que vale la pena cuidar y conservar. Avalados por la Denominaciones de Origen, nuestros vinos, como el D.O. Utiel-Requena son un producto demandado en todo el país. También tenemos la uva embolsada del Vinalopó, que no falta a la mesa en Nochevieja.
Por supuesto, no puede faltar el arroz, con el que se elaboran esas paellas que enamoran a los comensales. Desde que el primer grano de arroz toca el paladar, todos quedan prendados de ese sabor tan nuestro. El Aceite de Oliva Virgen Extra cuenta con Denominación de Origen Protegida en sesenta y cinco municipios a lo largo y ancho de la geografía valenciana.
La buena cocina
El turrón es el Rey en Alicante y Xixona. Allí, la almendra marcona se trata como si de la piedra más preciosa jamás descubierta se tratara. La localidad castellonense de Catí también cuenta con gran tradición turronera. Además en este mismo municipio se produce también un queso magnífico que es el orgullo de toda la Comunitat.
El buen comer es un gran placer del que nunca nadie se quiere privar. En la Comunitat Valenciana sabemos lo que es, ya que nuestra tierra ofrece infinitas posibilidades para hacer arte en la cocina. Debemos estar orgullosos de ello y saber valorarlo y promocionarlo. Tenemos mil productos que son un orgullo para esta tierra y que han de conocerse fuera de nuestras fronteras.
En todas las regiones de nuestro país merecen conocer y disfrutar de nuestra gastronomía. Además, hay siempre que poner en valor el trabajo de nuestros agricultores y artesanos. Trabajan bajo el sol o la lluvia y en muchas ocasiones ven como las condiciones climatológicas echan a perder sus cosechas. Ellos son unos de los grandes afectados por el calentamiento global y el cambio climático.
Las lluvias torrenciales que estamos sufriendo cada vez con más frecuencia hacen que muchos agricultores vean como el agua o el granizo dejan en nada meses de trabajo. Su medio de vida es el campo y sin unas condiciones climáticas favorables no pueden subsistir. Bajan sus ingresos y sube el precio de la fruta o la verdura, frenando el consumo de estos productos tan nuestros y tan necesarios.
Emergencia climática
Este es otro de los motivos por el que los gobernantes deben hacer algo ya para frenar los efectos de la crisis climática. Los agricultores necesitan seguir haciendo su trabajo y los consumidores acceder a fruta de calidad a un precio lógico. Los altos precios de la fruta, la verdura y otros productos alimenticios artesanales hace que, al no ser adquiridos, las grandes superficies los tiren a la basura.
Esto es un gran desperdicio y un pecado, teniendo en cuenta el hambre que están pasando en muchos países del mundo. Hay que evitar por todos los medios que aquello que no compramos vaya a la basura. A través de donaciones a bancos de alimentos, por ejemplo. Pero, sobre todo, hay que actuar ya en favor del campo valenciano y en favor de nuestro planeta.
No queremos volver a ver sufrir a nuestros agricultores. No deben sufrir al ver peligrar su modo de vida. Ellos han de disfrutar sabiendo que con su trabajo alimentan y hacen felices a miles de personas. Trabajan de sol a sol para que tengamos lo mejor en nuestra mesa.
Nuestros agricultores y artesanos merecen todo nuestro reconocimiento, ya que realizan una labor impagable. Estos trabajadores cada producto con un cariño y un esmero admirables. Esto lo hacen con el único objetivo de que nos llegue a la mesa un alimento de gran calidad y con un sabor de 5 estrellas.