El bicampeón español de Fórmula 1 Fernando Alonso y el heptacampeón británico Lewis Hamilton han «hecho las paces». Ambos han fumado la pipa de la paz después del enésimo capítulo en su histórica rivalidad que nació en 2007, cuando ambos compartían equipo en McLaren. El último episodio de esta relación de amor-odio se vivió en el pasado GP de Bélgica.
Fernando Alonso consiguió colocar su Alpine, del que se despedirá al final de temporada tras su sonado fichaje por Aston Martin, en la tercera posición de la parrilla. Un puesto muy ventajoso a la hora de afrontar la salida y que hacía soñar a todos los aficionados con un más que posible podio del piloto asturiano. Todo se torció cuando Hamilton, que posiblemente tenía al español en su punto ciego, le tocó y pasó literalmente por encima de su monoplaza. El incidente provocó el monumental cabreo del de Alpine.
Contexto
En la radio, Alonso se desahogó con sus mecánicos e ingenieros. El piloto asturiano afirmó que Hamilton «era un idiota, que le había cerrado la puerta por dentro. Alonso añadió que Lewis sólo sabe conducir cuando está en primera posición». El español sacó toda su frustración tras una temporada en la que los problemas mecánicos y los tira y afloja con su actual equipo están siendo toda una constante. Ya después de la carrera, Hamilton no quiso hacer comentarios sobre las declaraciones de Alonso. El británico reconoció que la culpa había sido suya, aunque en ningún momento pronunció la palabra perdón.
Durante esta misma semana, el piloto inglés sorprendía a sus seguidores en redes sociales con una imagen en la que se veía una gorra de Mercedes firmada por él mismo. Además, podía verse una anotación donde podía leerse «To Fernando» («Para Fernando»). En el día de ayer Fernando Alonso no dudó en viajar hasta Zandvoort (Países Bajos) para recoger dicha gorra. De paso, no perdió la oportunidad de hacer borrón y cuenta nueva con el británico. «Sé que Lewis es un gran campeón», reconoció el español. Alonso no perdió la oportunidad de lanzar un dardito a algunos medios de comunicación. El asturiano lamentó que cuando se habla mal de un piloto británico los medios ponen el grito en el cielo. Por otro lado, todo lo dicho sobre los pilotos latinos o hispanos como Carlos Sainz, Checo Pérez o él mismo, se toma de forma más jocosa.
Reivindicación
Y no le falta razón. En el Gran Circo de la F1 siempre se ha respetado más a los pilotos británicos y anglosajones que a los latinos e hispanohablantes. Estos últimos son tratados como el rara avis de la parrilla, esa persona que está ahí pero nadie sabe por qué. No son capaces de entender que si están es porque se lo han ganado por méritos propios. El talento de estos pilotos es innegable. Igual que los demás, merecen un hueco en la parrilla.
Merecen poder competir y ser tratados igual que el resto de pilotos, tanto por parte de la FIA, como de sus equipos, los aficionados y los propios medios de comunicación. No vale el hablar por hablar sin saber lo que ha ocurrido y qué ha llevado a tal o cual piloto a actuar de determinada forma. Todos son pilotos de automovilismo y luchan por un mismo objetivo.
¿Cuánto durará la paz entre estos dos eternos rivales? El tiempo lo dirá. Sólo queda esperar que Alonso pueda disfrutar de un plácido final de temporada en el que nos regale su magia al volante. Eso es lo que está acostumbrado a hacer Fernando Alonso en cada temporada que ha disputado en el gran circo de la Fórmula 1.