Este día tenía que llegar y ocurrió ayer domingo. La Selección Española de Baloncesto encajó su primera derrota en el Eurobasket (73-83) ante Bélgica. El equipo belga fue muy físico y salió a ganar el partido desde el salto inicial. Por ahora, deberemos esperar para oficializar el ansiado pase a octavos de final. El grupo de España se encuentra al rojo vivo tras la victoria de Georgia ante Turquía, que coloca un cuádruple empate a dos victorias y una derrota en la clasificación. Todavía cabe la posibilidad de que #LaFamilia tenga que hacer las maletas sin haber disputado un solo partido de cruce.
España no tuvo el día en el aspecto defensivo. Tampoco se impuso bajo los aros en el control del rebote. Los tiros libres de los de Scariolo decidieron no entrar y las pérdidas de balón no dejaban de acumularse en la cuenta del equipo a lo largo de todo el partido. El partido de mañana (16:15 horas) ante Montenegro se antoja crucial para esclarecer si lo de ayer fue tan solo un bache o hay un serio problema en el equipo nacional. No hay de que asustarse porque la situación tiene arreglo. Al menos ahora.
El adiós de los Gasol
La situación global de España en este campeonato es la mejor, ya que las bajas se han sucedido desde que se inició la concentración este verano. Las lesiones han mermado a una España que sin duda está echando de menos a los hermanos Gasol. Ambos abandonaron el combinado nacional después de la derrota ante Estados Unidos en Octavos de Final de los pasados JJ.OO. de Tokyo.
En aquel partido, una España en la que solo Ricky Rubio parecía plantar cara a los jugadores americanos no pudo hacer la machada. El equipo español, después de tres Juegos consecutivos consiguiendo metal (dos platas y un bronce), se marchó de vacío. Eso no hizo que el orgullo de los aficionados fuera menor, ya que el equipo, tal y como hace siempre, compitió al máximo hasta que la bocina decretó el final.
En ese momento, las despedidas y los abrazo a Pau Gasol se sucedieron. Tanto por parte de los americanos como de los españoles. Nada volvería a ser lo mismo sin él. Un pilar fundamental sin el que no se entienden los éxitos recientes de esta generación. Estos jugadores, surgidos de la Generación de los Junior de Oro se ha convertido en nuestro particular «Dream Team». Una generación de oro que ha entrado en los libros de historia del deporte español con letras de oro.
El Mundial de Japón
Nadie olvida que hacía cuando el combinado que dirigía por aquel entonces Pepu Hernández alzó la copa en el Mundial de Japón. Una hazaña que no había logrado aún la selección de fútbol y que derivó en jocosas comparaciones entre ambos equipos. Aunque las comparaciones se sabe que son odiosas, cierto es que la selección de baloncesto tiene algo especial. Ese aura de ganadores aunque pierdan el partido. La satisfacción de saber que lo han dado todo hasta el último momento.
El equipo español es un orgullo para todo el país y debemos agradecerles todo lo que nos han dado y lo que todavía nos darán. El fin de la generación del 80 no es el fin de una España campeona y que no sabe bajar del podio.
Nadie dijo que ganar el Eurobasket fuera fácil. Pero la actuación de ayer de la Selección Española, que se encuentra inmersa en un profundo relevo generacional y para nada es favorita a la victoria final, fue deficiente. Suspenso en prácticamente todos los aspectos del juego. Estos jugadores son capaces de sobreponerse a este tremendo varapalo que ha dejado un muy mal sabor de boca en los aficionados.