El C.D. Castellón es un club centenario que levanta pasiones en la capital de la Plana. Un equipo que ha sufrido mucho a lo largo de su historia, pero que siempre ha contado con el apoyo de su afición. En los tiempos en los que el escudo parecía mancillado y la historia del glorioso a punto de convertirse en cenizas, la afición no falló. La hinchada, que quiere al equipo con pasión, siempre llena Castalia y está ahí contra viento y marea.
Una pasión
Ser del C.D. Castellón es algo que no se puede explicar ni se puede entender, es un sentimiento. Va mucho más allá de lo racional, es una pasión que se despierta en ti desde el primer momento en que pisas Castalia y que ya no se apaga. Castalia vibra con su equipo desde el minuto 0 y no deja de animar a su equipo hasta el 90. Por más que en el marcador pinten bastos, la afición no deja de animar.
La fidelidad a sus colores, la alegría y el buen rollo que transmite la afición del C.D. Castellón allí por donde va es algo que no deja de sorprender a propios y extraños. Además, la educación de los aficionados orelluts es bien conocida y no es por ello raro que se la conozca a lo largo de España como una de las mejores aficiones del país.
Fiesta y disfrute
Ir a Castalia es ir de fiesta, es ir a disfrutar y a vibrar durante los 90 minutos de partido. Pisar Castalia es sentir la fuerza de un escudo que te enamora desde que naces, un sentimiento que no te abandonará ni en la tumba. Más de diez mil personas coreando un himno al unísono mientras los jugadores saltan al campo, una familia unida y feliz. La albinegra es la familia que se elige, con la que siempre quieres estar pase lo que pase.
Cuando se gana, la afición «orelluda» siempre lo celebra con una emoción inusitada. Cuando hay una derrota, un buen albinegro siempre se queda a aplaudir y agradecer al equipo por el gran esfuerzo realizado. Las críticas siempre deben ser constructivas, de forma que ayuden al equipo a mejorar y conseguir su objetivo. El CD Castellón merece estar en las mejores competiciones y no cabe duda que de va a acabar consiguiéndolo.
La provincia es albinegra
Toda la ciudad, e incluso toda la provincia de Castellón tiene el sentimiento albinegro impregnado en su sangre y en su piel. Desde muchas localidades aledañas se anima al equipo de la capital para que por fin, Castellón vuelva a tener representación en las mejores competiciones. Ese es el deseo de todas y todos. Un equipo fuerte, solvente económicamente y que compita de tú a tú.
En el año en que el equipo ha cumplido sus primeros cien años de historia, qué mejor que celebrarlo dándolo todo para lograr el ascenso a segunda. Los jugadores van a luchar por ello en todos y cada uno de los partidos. La afición los llevará en volandas para que sientan el aliento y el apoyo desde todos los rincones posibles. Este equipo no se merece nada más que cosas buenas y su afición merece una alegría. Porque las palmas volverán a sonar.
Esta es una afición que nunca dejará caer al equipo y que recorre kilómetros y kilómetros con tal de acompañar a su fiel amigo en sus citas más trascendentales. Este verano el equipo ha cambiado de manos y las ilusión ha renacido con más fuerza que nunca en la ciudad. Esta es una afición de primera y desde luego que se merece un equipo de primera y que esté en Primera.