Una de las noticias que han protagonizado la semana en el ámbito deportivo ha sido el motín que se ha producido en el seno interno de la Selección Española de Fútbol Femenino. Las jugadoras ya mostraron sus desavenencias con el Seleccionador Jorge Vilda durante la celebración de la reciente Eurocopa en Londres. Ahora, han vuelto a pedir a la Real Federación Española de Fútbol y a su presidente, Luis Rubiales, un cambio en el banquillo.
En una rueda de prensa celebrada ayer en la Ciudad Deportiva de Las Rozas, Vilda afirmó con seguridad que su intención es continuar. Por su parte, y en una rueda de prensa posterior de las tres capitanas del equipo; Irene Paredes, Patri Guijarro y Jennifer Hermoso, la primera de ellas aseguró con la voz entrecortada que no habían pedido la destitución de Vilda. «Las capitanas hemos decidido trasladar el sentir del equipo, pero ha habido muchas filtraciones y damos la cara para que no se le intente dar la vuelta a la situación», explicó Paredes.
Postura de la RFEF
Y, ¿Qué dicen Rubiales y la RFEF de todo esto? Vimos en el homenaje que se le hizo a Selección femenina sub 20, que ha ganado el Mundial, Rubiales mostró su apoyo velado a Jorge Vilda. Aunque lo cierto es que desde dentro de la Federación hay un silencio sepulcral en torno a este asunto. En dicho evento, Vilda estuvo junto a sus tres capitanas. La tensión entre ellos se podría cortar con un cuchillo y no eran capaces de dirigirse la palabra.
Como pasa siempre que hay algún tipo de problema en el deporte femenino, los medios están haciendo escaso o nulo caso. Muy distinta sería su cobertura si alguno de los jugadores de La Roja hubiera lanzado alguna queja hacia Luis Enrique. En ese caso, no se hablaría de otra cosa en todos los programas y tertulias. Acapararía portadas y titulares. Como son las chicas las que han alzado la voz, ellas verán lo que hacen.
Así piensan y así actúan. No importa el deporte femenino. Sólo polémicas estériles y que no llevan a ninguna parte relacionadas con las estrellas masculinas del momento. Neymar, Halaand y Mbappé importan más que un grupo de chicas deportistas y valientes. Nuestro periodismo deportivo está podrido y en gangrenado. Ya no tiene solución. Es una mente arcaica y rancia que ya es muy difícil de cambiar.
Un respeto al equipo y a las jugadoras
Las chicas merecen atención y respeto en el mundo del deporte, pero solo consiguen ostracismo y burla. Las chicas de la Selección han levantado la voz ante una situación ya insostenible y encima hay quien las llama «quejicas». No lo son. Son deportistas luchando por ellas mismas y por lo que creen justo. No se sienten a gusto con este entrenador. La Federación debe entender que si quiere resultados por parte del equipo, las chicas deben estar cómodas entrenando.
Obviamente no lo están y este es un grave problema que ojalá consigan solucionar a la mayor brevedad posible. La selección femenina importa tanto como la masculina y debe ser cuidada por todas las instituciones, empezando por la Federación de Rubiales. Ojalá que las escuchen pronto.
Todo esto viene a ocurrir cuando esta misma noche, a las 21:00 horas, nuestras chicas tienen un importante partido ante la selección húngara. El encuentro de disputa en el marco de la clasificación para el próximo mundial, que se celebrará del 20 de julio al 20 de agosto de 2023. Ojalá que puedan abstraerse de toda la polémica y todo el ruido generado en los últimos días entorno a esta situación. Nuestras chicas se merecen brindarnos un gran partido que las acerque un poquito más al objetivo mundialista.