El Fadrell, el tripartito, PSPV, Compromis y Podemos, gobierna Castellón, hace casi 8 años. Ahora, que quedan meses para las elecciones, toca afanarse, limpiar la cara a la ciudad, presentar algún proyecto y vendernos, el consabido. «Que menos mal, que gobiernan ellos y no otros”.
Pero, si echamos la vista atrás, vemos, unas calles desangeladas y un comercio de persiana bajada y un se alquila por doquier. Todo apunta, a que hemos ido, para atrás, como el cangrejo.
Eso sí, nos han tenido entretenidos. A la cruz del Ribalta, hay que reconocer, le han sacado mucho juego y siguen sacándole. También, se han pasado media legislatura, para quitarle la última letra al nombre de la ciudad y para acabarla, nos cambian a Perot de Granyana de ubicación.
Necesitamos menos polémicas y más gestión. No obstante, sabemos que son técnicas para desviar la atención ciudadana, dividirla, diferenciarla, mantener prietas las filas y marcar territorio. Pero la política, debe ser otra cosa y requiere de altura de miras.
Ni el Fadrell, ni tampoco el PP, sus antagónicos, que gobernaron en anteriores legislaturas, han conseguido, acortar las diferencias con Valencia y Alicante, más bien, al revés, se siguen acrecentando.
Los vecinos de Castellón, tenemos muchas preguntas relacionadas con la gestión municipal del tripartito. Por ejemplo, sería bueno saber, cuántos contenedores de residuos orgánicos han instalado, su coste, periodicidad de las recogidas y donde van esos residuos. De todas formas, lo sabemos, el reciclaje orgánico, es insignificante. Se han gastado una pasta y ni siquiera hacen, por concienciar a la sociedad, para que recicle.
La limpieza de la ciudad, excepto puntos muy específicos, es deficiente. Los parques y jardines, salvo excepciones, tienen un mantenimiento bajo mínimos y la suciedad y las ratas abundan en el parque del lago.
Cubren el expediente con lo mínimo. Han conseguido, que con el paso del tiempo, nos acostumbremos a ver lo anormal, como normal.
La obra cumbre de la legislatura, es la reforma de la Avenida del Lledó. El tripartito del Fadrell, aunque tenía la oposición de los vecinos, lo tenía muy fácil. Disponía de fondos europeos y un espacio donde poder lucirse.
Su afán por la exclusividad en el éxito, les ha hecho desaprovechar una oportunidad única.
El problema, es no saber diferenciar, entre lo nuevo, que siempre gusta y hacer una avenida del Lledó, bella y única, que fuera orgullo de Castellón.
Han puesto un pavimento básico y feo, fabricado en La Roda (Albacete).
Si el Fadrell, hubiera convocado un concurso de ideas, con nuestra cerámica, como protagonista, nuestro paseo tendría color y belleza , hubieran impulsado nuestra industria, callado a los descontentos y como en su día ocurrió con el paseo de Alicante. Hubieran puesto a la Avenida del Lledó en el mapa, por única, diferente y bella. Lo que pudo ser y no fue.
Ahora que nos vendan, lo que quieran. ¡Una pena, tanto desatino!