El rey Carlos III de Inglaterra volvió a dejar una imagen, durante su visita a Irlanda del Norte con motivo de su proclamación como monarca, que ha vuelto a levantar mucha polémica por su actitud. Cuando se disponía a firmar en el libro de condolencias por la muerte de su madre, Isabel II, el rey se equivocó al poner la fecha y por si no fuera poco la pluma se rompió, manchando su «regia» mano de tinta.
Fue en ese momento cuando Carlos perdió los nervios y se levantó, dándole la pluma estilográfica a Camilla mientras farfullaba visiblemente enfadado que «odiaba esto». Todos los demás presentes en el acto asistían sorprendidos a esta nueva salida de tono del monarca inglés.
Pero no es la primera vez que a Carlos III se le ve un gesto de estas características. El pasado sábado durante su proclamación, indicó a un operario con ostensibles aspavientos que retirara unas plumas que le estorbaban para firmar unos documentos. ¿Será esta la tónica del reinado del nuevo soberano británico? Lo iremos comprobando en las próximas semanas.
Un nuevo rey
Carlos de Inglaterra es el nuevo Rey de Reino Unido después del fallecimiento de su madre, Isabel II. La reina murió el pasado 8 de septiembre en su castillo escocés de Balmoral después de 70 años en el trono británico. La noticia supuso un shock global para un mundo que no conoce un Reino Unido sin Isabel II. Ahora, ha llegado el momento de que un pueblo que la tenía como una madre comience a caminar sin su sostén.
Las largas colas y las lágrimas de muchos de los ciudadanos ante la capilla ardiente de la reina demuestran la importancia de Isabel II en la historia reciente de Reino Unido y también del mundo. No pueden imaginarse como será el país sin ella y temen lo que pueda pasar con la monarquía como institución tras su marcha. El ascenso de Carlos al trono ha sembrado muchas dudas acerca del futuro de la Casa Real Británica.
Muchos son los ciudadanos británicos que hubieran preferido que fuera Guillermo, el hijo mayor del nuevo rey, quien ascendiera al trono después de su abuela. Todo lo ocurrido con su querida Diana Spencer y los constantes escándalos y excentricidades del nuevo soberano han levantado suspicacias entre los ciudadanos. El pueblo británico siempre ha sido muy conservador y valora la estabilidad y sus costumbres por encima de todo.
Reino Unido y su costumbrismo
No son un país que acate muy bien los cambios y menos si esos cambios incluyen a alguien en quien no confían. Carlos ha demostrado ser un poco inestable y tener una vida poco ordenada e impropia de un miembro de la realeza. Siempre ha sido un rebelde y un dolor de cabeza para su madre, que ha tenido que capear con estoicismo sus innumerables polémicas.
Carlos lleva la friolera de 70 años esperando este momento, su ascenso al trono. Era, hasta el 8 de septiembre, el heredero europeo de mayor edad. Sus 73 años hacen aventurar que desde luego su reinado no será tan largo como el de su madre. Para el futuro queda ver como pasará a la historia y como será recordado su reinado. No parece que vaya a estar tan involucrado en todos los asuntos estatales como su madre y parece que delegará muchas de sus funciones en su hijo y en sus hermanos.
El nuevo rey británico siempre ha tenido un aura de vago y pasota que le perseguirá siempre. Alguien que se ha visto con la vida solucionada desde que nació y que no ha tenido nunca intención de mover un dedo. Siempre, como aquel que dice, se le ha dado todo hecho.