jueves 23 marzo 2023

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Bob Voulgaris, el nuevo Mesías de los aficionados ‘orelluts’

El pasado mes de julio Vicente Montesinos anunciara la venta del C.D. Castellón a Bob Voulgaris, un conocido millonario y magnate greco-canadiense Bob Bulgaris. Desde entonces, la ilusión y la esperanza se ha instalado en Castalia, que espera volver a ver a su equipo en la cima del fútbol español en unos pocos años.

La afición albinegra ha experimentado en los últimos años tanto alegrías como estrepitosos fracasos. Castalia ha vivido en un sube y baja emocional al que ya están más que acostumbrados. Desde descensos administrativos, hasta graves problemas institucionales que casi llevan a nuestro glorioso a la desaparición. También han sobrevenido crisis deportivas con resultados paupérrimos en el terreno de juego.

La afición, inquebrantable

La fidelidad de la afición y el amor que sienten por los colores han llevado a que el equipo siempre renazca cual ave fénix tras cada caída. Ahora vuelve la ilusión con la llegada del que fuera mano derecha de Mark Cuban en los Dallas Mavericks de la NBA a Castellón. La afición espera que el centenario del club sirva de rampa de salida para alcanzar el sueño dorado de volver a Primera División.

En Castellón siempre se ha sufrido mucho por un equipo que es poco menos que una religión en la ciudad. Los colores albinegros se sienten por toda la ciudad, de norte a sur y de este a oeste. Todos los ciudadanos vibran, se ilusionan y sufren con cada partido que juega nuestro querido fiel amigo durante la temporada. Es una sensación como de estar jugándote tu mismo la vida en cada encuentro. Como si fuera algo personal de lo cual depende tu futuro.

Es un sentimiento que muy pocos pueden llegar a entender. Aunque basta con pisar una sola vez Castalia. Los nervios entre la afición se sienten desde los prolegómenos. Durante el partido, las dos gradas de animación se dejan la piel para que el equipo sienta el aliento de la afición. La que está presente en el estadio y la que acompaña en la lejanía desde todos los rincones de la provincia. Castellón es albinegra desde Almenara hasta Sant Jordi y se nota.

Un equipo agradecido

Los pacientes aficionados siempre estarán ahí cuando el equipo más los necesita. Siempre se ha dicho que la afición es el jugador número 12, pero en el caso del Castellón es más verdad que nunca. Son muchos los partidos en los que los gritos de aliento del público han llevado al equipo en volandas hasta la victoria. Gesto que los jugadores agradecen con un aplauso a la afición al finalizar el encuentro. Ya se sabe que es de bien nacido ser agradecido.

Cien años ya en los que una ciudad no ha dejado de desvivirse por su querido equipo. Varias generaciones que han visto desfilar a jugadores tan míticos como Planelles o Vicente del Bosque por Castalia. Aquella era albinegra fue inolvidable y los que la vivieron la recuerdan con gran cariño. Los más jóvenes esperan su momento para poder ver al equipo de sus amores donde merece, en la cima del fútbol español. Hay equipo y hay jugadores para que eso llegue a ser posible.

Castellón se merece un equipo de primera y que esté en primera. Un club de prestigio y que sea temido por los equipos rivales. Queremos que las palmas vuelvan a sonar más pronto que tarde para el Castellón. Con Bob Bulgaris al frente ese sueño parece alcanzable, aunque como él mismo ha dicho hará falta «tiempo y trabajo» para conseguirlo. A paciencia y tesón no hay quien venza a la afición de Castalia, que espera estar al lado de su fiel amigo otros cien años.

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